Cinco Ex-Presidentes Latinoamericanos propusieron un enfoque regional integrado como una manera para abordar los problemas endémicos de crimen organizado, tráfico de drogas, violencia y crecimiento de desigualdad de ingresos. “Ninguna nación puede ser una isla de democracia, en un mar de conflicto,” dijo el Ex-Presidente de Guatemala, Vinicio Cerezo.
Los Ex-Presidentes se reunieron en Washington D.C., en la Organización de Estados Americanos, el Capitolio y el edificio Ronald Reagan y Centro Internacional de Comercio con formuladores políticos y representantes de la sociedad civil, institutos de pensamiento y empresas, con el propósito de compartir las dinámicas actuales en la región y proponer un incremento de asociaciones en el continente Americano que se enfoque en soluciones innovadoras y basadas en los valores.
La jornada de trabajo conmemoró el Trigésimo Aniversario de los Acuerdos Esquipulas de 1986 y 1987 que establecieron la paz en Centroamérica después de décadas de conflicto civil que costó cientos de miles de vidas. Los acuerdos marcaron el comienzo de los gobiernos democráticos en la región.
Laura Chinchilla, Ex-Presidenta de Costa Rica, compartió su reflexión personal: «Hace 30 años yo vine aquí como parte de un programa de jóvenes becados financiado por el gobierno de E.E.U.U. porque ellos estaban preocupados sobre la presencia del estado comunista en Centroamérica. 30 años después estoy aquí con mis colegas, todos ellos expresidentes, de nuevo hablando sobre Centroamérica.”
Factores que caracterizan la región centroamericana como altos indicadores de pobreza y pobreza extrema, falta de oportunidades y una creciente población joven, son los que estimulan la violencia y crimen organizado; hoy día los crímenes de y entre las pandillas producen la tasa de muertes más alta del mundo. «Hemos intercambiado el conflicto ideológico por el conflicto del tráfico de drogas,» dijo el Ex-Presidente de Guatemala, Álvaro Colom. «Hay más cadáveres ahora que durante la guerra,» adhirió Armando Calderón, Ex-Presidente de El Salvador.
Los países del Triángulo del Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) son los más afectados y, si no hay una resolución se arriesgan a perder el progreso realizado en los últimos 30 años.
Los Ex-Presidentes estuvieron de acuerdo en que se necesitan políticas sociales para llegar a los grupos marginados que generan la violencia, e hicieron un llamado al apoyo continuo de E.E.U.U. para tales iniciativas.
El Ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Carlos Raúl Morales, explicó que los jóvenes en la región enfrentan tres opciones: Trabajar en agricultura, migrar a E.E.U.U. o unirse a una pandilla. Morales continuó diciendo: «La respuesta a la migración es crear oportunidades,» refiriéndose a una necesidad de trabajos para mejorar la educación, incluyendo la “necesidad de inculcar los valores y principios” para contrarrestar la cultura de pandillas.
El Ex-Presidente de Panamá, Nicolás Ardito adhirió: «El desarrollo requiere valores que estimulen las personas a hacer lo mejor: Competir y mantener el mismo tiempo un espíritu de solidaridad. Como en un deporte, competimos, pero estamos juntos.»
Los Ex-Mandatarios representan la Misión Presidencial Latinoamericana, una asociación cívica apartidista que ha involucrado a más de veinte Ex-Mandatarios electos democráticamente con tendencias políticas diversas. Fue establecida en el 2012 con apoyo de la Fundación Paz Global, la Fundación Esquipulas de Guatemala, y otros socios.