En una clara señal de los tiempos cambiantes y la creciente incidencia de fenómenos climáticos extremos, Argentina, Colombia y Chile ha experimentado una serie de altas temperaturas récord y condiciones climáticas adversas, junto con devastadoras inundaciones en Bolivia, poniendo a prueba la resiliencia de sus habitantes y ecosistemas.
Durante la última semana, una ola de calor sin precedentes ha azotado el centro sur de Chile y Argentina, así como la zona central de Colombia, llevando a las temperaturas a alcanzar niveles históricos. Al mismo tiempo, en Bolivia, persistentes lluvias han causado inundaciones y el colapso de viviendas en la ciudad de La Paz, exacerbadas por el fenómeno de El Niño y el cambio climático.
En Santiago de Chile, los termómetros marcaron 36,7°C, convirtiéndose en la tercera temperatura más alta en 112 años. Colombia ha visto cómo varios de sus municipios superan el promedio de temperaturas, con marcas alarmantes como los 40,4ºC en Jerusalén (Cundinamarca); 37,6ºC en Sahagún (Córdoba); y 36,9ºC en Santa Marta (Magdalena). Bogotá, por su parte, rompió un récord histórico con 25,84°C el lunes pasado.
Mientras tanto, en La Paz, Bolivia, al menos tres casas cayeron a un río y varias más quedaron en riesgo debido a la erosión provocada por la crecida del río Irpavi tras persistentes lluvias. Esta situación ha llevado a desprendimientos de tierra y al colapso de viviendas, dejando a muchos en situación de vulnerabilidad. Las intensas lluvias, que han sido las más fuertes en los últimos 30 años durante el mes de febrero, han resultado en la muerte de 39 personas y más de 12.000 familias afectadas en todo el país.
Bárbara Tapia Cortés, meteoróloga y coordinadora técnica de Servicios en la Oficina Regional de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) para las Américas, explica que tanto el cambio climático como el fenómeno de El Niño, presente desde mayo de 2023, han jugado un papel crucial en la exacerbación de estas condiciones extremas. El Niño ha contribuido al aumento de las temperaturas y a la disminución de precipitaciones en algunas áreas, mientras que en otras, como Bolivia, ha intensificado las lluvias.
Además de las olas de calor, Sudamérica ha enfrentado una serie de incendios forestales devastadores, con Chile reportando 81 incendios activos y Colombia declarando una emergencia nacional debido a la situación. Estas catástrofes han sido alimentadas por las altas temperaturas, el bajo contenido de humedad y, en algunos casos, por acciones intencionales.
La situación en la Patagonia Argentina también es alarmante, con temperaturas que superan los 40°C, lo que supone un riesgo significativo para la salud humana. Los expertos advierten que ciertos grupos sociales, como los adultos mayores, niños, y personas con enfermedades preexistentes, son particularmente vulnerables a estos eventos extremos.
Se espera que las altas temperaturas persistan durante los meses de verano y principios de otoño, con modelos climáticos estimando que la influencia de El Niño se mantendrá hasta al menos mayo de 2024. Aunque es prematuro especular si 2024 superará el récord de calor de 2023, la tendencia hacia temperaturas más altas es evidente.
Los impactos del cambio climático en Latinoamérica son profundos y variados, afectando desde los patrones de precipitación hasta la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos. El calentamiento de los océanos, la acidificación y el aumento del nivel del mar amenazan tanto a los ecosistemas marinos como a las poblaciones costeras. Además, la región enfrenta el desafío de adaptarse a un clima cada vez más impredecible, con riesgos significativos para el suministro de alimentos, agua, la salud humana y la infraestructura.
Este panorama subraya la urgencia de adoptar medidas de mitigación y adaptación al cambio climático, así como la necesidad de una colaboración internacional más estrecha para abordar estos desafíos globales. La situación en Sudamérica sirve como un recordatorio de que los efectos del cambio climático son aquí y ahora, exigiendo acciones inmediatas para proteger nuestro planeta y sus habitantes.
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