“La UE tiene que invertir la situación y volver a ocupar el espacio para seguir teniendo influencia y beneficiarse del desarrollo de América Latina y esa región también lo necesita”, afirmó Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad Común y vicepresidente de la Comisión Europea.
Borrell sostuvo para quien la UE debe ser capaz de finalizar el acuerdo con el MERCOSUR “no en los aspectos comerciales, ya cerrados, como los políticos, sino en los aspectos medioambiental y climático”.
“No podemos usar los temas medioambientales como pantalla para escondernos, por ejemplo, si tenemos problemas sobre las importaciones de Mercosur hacia Europa”, afirmó Borrell ante las dudas y negativas de gobiernos europeos de confirmar el acuerdo firmado en 2019.
Los países miembros de Mercosur y algunos pocos Estados caribeños, son los únicos países del área que no tienen en vigor un acuerdo comercial con la Unión Europea. La UE tiene la mayor red global de pactos con América Latina. Ya ha negociado con 27 de sus 33 países, con acuerdos con México y Chile (en modernización y donde la UE es primera y segunda inversora); tiene un Acuerdo de Asociación UE-Centroamérica; un Acuerdo de Asociación Económica UE-CARIFORUM y un pacto con Colombia, Perú y Ecuador al que Bolivia puede sumarse.
La presión de Borrell para que el pacto UE-Mercosur se ponga en marcha tiene un fuerte incentivo en el temor por la creciente influencia de China en la región que puede dejar a la UE en segundo lugar por llegar tarde.
Borrell, como otros miembros de la Comisión Europea, es partidario de salvar el acuerdo con el MERCOSUR con una solución política “porque si no fijamos más y mejores relaciones con América Latina seremos desplazados por China”. Pekín ya ha desalojado a la UE como segundo socio comercial de Mercosur, notablemente en Brasil y Argentina. Fuente: Agencia EFE
