El miércoles 17 de febrero, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou se reunió con el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez en la residencia presidencial de Punta del Este donde almorzaron y el tema principal de la conversación giro alrededor del presente y futuro del Mercosur y la posible flexibilización para que los países puedan negociar individualmente – si el bloque no desea hacerlo como tal – acuerdos comerciales con otros países, según los medios de prensa locales.
Uruguay prevé presentar una propuesta de flexibilización del Mercosur igual a la que planteó sin éxito en 2016, durante la presidencia del Dr. Tabaré Vázquez con un gobierno de izquierda. La idea implica reemplazar la resolución 32/00 por otro mecanismo que habilite a negociar de manera bilateral acuerdos comerciales.
Lacalle Pou confía en que la “diplomacia presidencial” que desarrolle tenga el efecto buscado y se flexibilice el bloque. Ese también fue un objetivo de sus antecesores. De hecho, el documento que prevé presentar Uruguay a sus socios es igual al que planteó en 2016 el entonces canciller Rodolfo Nin Novoa en una cumbre del Mercosur, según constató el semanario Búsqueda, afirma el diario El Observador de Montevideo.
Recientemente el presidente uruguayo viajo a Brasil para encontrarse con su par Jair Bolsonaro para hablar entre otros temas justamente de la posición de Uruguay de pedir una “flexibilización” de las normas del Mercosur para permitir tratados comerciales con terceros países.
“Conversamos sobre la posibilidad de flexibilizar para cada país nuestros negocios con otros países”, dijo al respecto Bolsonaro y el canciller brasileño, Ernesto Araújo, agregó que en el próximo encuentro de presidentes se buscará “redinamizar el Mercosur”, según la crónica de El Observador.
Según el diario El País de Montevideo, el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez dijo que: “algunos hablarán de flexibilización, otros de elasticidad, otros de distintas velocidades, pero como ustedes saben, en estos 30 años del Mercosur hay que rever lo recorrido, quedarse con lo bueno, impulsar lo mejor. Brasil, Argentina, Paraguay y nosotros en la defensa de Uruguay, que cada uno pueda hacer de este Mercosur un trampolín al mundo y no un corsé”. Agrego que Uruguay y Paraguay enfrentan “desafíos similares en los procesos de integración”, pero sin especificar claramente a que desafíos se refería.
A mitad de 2021, Argentina, el país más proteccionista del Mercosur, asumirá la presidencia de este. La embajada argentina en Uruguay dio conocer dos semanas atrás las metas que Argentina bajo el gobierno de Alberto Fernández tiene para el Mercosur.
En ninguna de ella hay referencias a “flexibilizar” las normas del Mercosur y tampoco a China, un país con el que Uruguay quiere avanzar en un tratado comercial.
En línea con una política exterior más ideologizada, el gobierno argentino tiene como prioridad la incorporación de Bolivia como miembro pleno del Mercosur. En cuanto a la agenda externa al bloque Argentina detalla cinco objetivos: concluir el Tratado con la Unión Europea y con el Acuerdo Europeo de Libre Comercio (EFTA, por sus siglas en inglés); concluir las negociaciones de un acuerdo con el Líbano y de la profundización del tratado con Israel; iniciar las conversaciones con países de Centroamérica y República Dominicana; continuar las negociaciones ya iniciadas con Canadá, Corea y Singapur y “proponer a los socios iniciar una discusión interbloque para definir una estrategia para África”, algo que Brasil históricamente ha realizado.
Las crónicas periodísticas uruguayos coinciden en señalar que la posición del presidente paraguayo fue más moderada que otras veces en referencia a dar mayor libertad a los países del Mercosur a negociar individualmente con países fuera del bloque.
Al principio de mes el presidente paraguayo Abdo Benítez dijo: “Tenemos que ir a negociar. Por supuesto, con nuestras particularidades y compromisos: algunos hablarán de flexibilización, otros de elasticidad, otros de distintas velocidades. En estos 30 años del Mercosur, hay que rever lo recorrido, quedarse con lo bueno y reimpulsar lo mejor, defensa de un Mercosur que pueda ser trampolín al mundo y no un corset”
Hay una convicción que la posición de Uruguay no tendrá eco ante una Argentina que es reacia a acuerdos del Mercosur con otros bloques y acepta a regañadientes el que se firmó con la UE durante el gobierno de Mauricio Macri. Mientras tanto Brasil no se muestra dispuesto a abrir las puertas si el no participa y eso pesa mucho en la postura paraguaya.
Otro tema que trataron ambos mandatarios fue fortalecer una alianza logística en la que Uruguay puede ser la “salida al mundo” de Paraguay. “Paraguay se ha colocado entre los principales exportadores de grano y carne del mundo. Y necesita la salida al mundo. Un país como Uruguay que, en sus costas, ya sea en río Uruguay o de la Plata, tiene territorios para que Paraguay tenga ahí su salida al mundo”, dijo el presidente uruguayo Lacalle Pou. En lo hechos ya Paraguay tiene una presencia muy fuerte en el comercio granero en el puerto de Nueva Palmira en el Río Uruguay que esta ubicado en el kilometro 0 de la Hidrovía Río Paraná-Río Paraguay.