Con casi todo el escrutinio terminado el partido Nuevas Ideas del presidente salvadoreño Nayib Bukele arraso en las elecciones legislativas obteniendo 56 parlamentarios transformándose en la primera fuerza política de la Asamblea Legislativa en el período que comienzo el 1º de mayo y culmina el 30 de abril del año 224.
En las elecciones del domingo 28 de febrero se eligieron 84 diputados, 262 alcaldes, y 20 legisladores para el Parlamento Centroamericano (PARLACEN).
Nayib Bukele logró el 66% de los votos, con el 95% del escrutinio. Con esta cantidad de legisladores Bukele podrá lograr – aún sin el apoyo de otros partidos pequeños aliados – con 56 escaños la mayoría absoluta en la Cámara. Los datos de las elecciones hunden a los dos partidos históricos de El Salvador desde el fin de la guerra civil, el Frente Farabundo Martí (FMLN) de izquierda y la Alianza Nacional Republicana (Arena), de derecha. Estos partidos desde 1992 se han alternado en el poder.
Los analistas ven en Bukele un político populista, que tiene tintes de autoritarismo pero que aún está lejos de la forma de gobernar de su vecino, Daniel Ortega de Nicaragua. Son contesten en señalar que las desigualdades y la corrupción de los dirigentes políticos del FMLN y Arenas terminó por volcar la población hacia una opción de un líder joven. Bukele tiene 39 años.
El diario EL PAIS de Madrid recuerda que una encuesta del Latinobarómetro de 2018 reveló que El Salvador era el país de América que menos importancia le daba a la democracia, apenas el 28% de la población, el apoyo más bajo del continente. Según esa encuesta, al 54% de la población le daba lo mismo vivir en una democracia que una dictadura.
El presidente Bukele ha construido “un modelo político que carece de manual previo”, comenta la crónica del País de Madrid. “Un fenómeno que le habla a los jóvenes e ignora los conceptos de izquierda y derecha porque prefiere hablar de “eficacia”. Un tsunami azul-celeste que desprecia el pasado al calificar los Acuerdos de Paz tras la guerra (1992) de “farsa” y al que le sobra gran parte de la paquidérmica burocracia estatal porque al mandatario le basta un teléfono móvil para ordenar, aplaudir o cesar ministros públicamente en las redes sociales”, agrega
Nuevamente el diario madrileño comenta que para demostrar su ejecutividad Bukele “levantó en pocos meses un hospital en el centro de la capital, San Salvador, con más unidades de cuidados intensivos de las que existían antes en todo el país sumando la sanidad pública y privada”. El mandatario salvadoreño se apoya en las redes sociales para su comunicación con el pueblo y la movilización.
Según EL PAIS · Durante los 20 meses que lleva en el poder, ha gobernado a base de decretos presidenciales ante el bloqueo del resto de partidos y las peculiaridades de un sistema de votación diseñado para que el presidente no acapare poder. A partir de ahora, si se confirman los datos, no necesita negociar con nadie para nombrar al fiscal general, un tercio de los jueces de la Corte Suprema o el procurador general de derechos humanos”.
También controlara Contraloría (tribunal) de Cuentas, una posición clave para controlar el gasto público que es uno de los principales reclamos como en la mayoría de los países de la región.
La oposición que quedo debilitada y fraccionada teme que la electa Asamblea Legislativa lleve adelante una reforma constitucional que finiquite en una Constituyente con la que logre habilitar su relección.
El politólogo Álvaro Artiga, dijo al El Mundo de El Salvador que “es momento de impulsar en El Salvador una reforma fiscal, una reforma de las pensiones y una reforma constitucional en lugar de giros autoritarios·. Comentó además que “Bukele puede dejar un legado positivo o ir por la ruta de Nicaragua”
Los abogados constitucionalistas, Enrique Anaya y René Hernández Valiente por su parte comentaron al diario El Salvador que “aunque el partido Nuevas Ideas tenga después de las elecciones del 28 de febrero, la mayoría calificada en la Asamblea, con 56 diputados, esta aritmética legislativa no lo faculta para aprobar reformas, leyes o tomar cualquier otra decisión que contraríe la Constitución de la República”.
Las relaciones con EEUU podrían ser una limitación al poder de Bukele. De allí llegan millones de dólares de remesas que los salvadores que están en aquel país envían a El Salvador.
EEUU quiere la extradición de varios cabecillas de la pandilla MS-13. MS-13 conocida como Mara Salvatrucha es una organización internacional criminal con base en El Salvador que realiza actividades delictivas como prostitución infantil, violación, narcotráfico, extorsión, contrabando de armas, secuestro, robo y sicariato.
Bukele ha logrado bajar la tasa de criminalidad a mínimos históricos lo que solo pudo lograrlo con acuerdo con la Mara. Fuentes: El País de Madrid, El Salvador.com, agencias.