Daniel Ortega acaba de ser electo por cuarta vez consecutiva como presidente de Nicaragua con un porcentaje de alrededor de un 75% pero eso no ha impedido, debido a la persecución y prisión de sus opositores, que en el exterior las elecciones fueran vistas como ilegitimas y que buscaban “convalidar” un régimen autoritario al que cada vez más llaman como dictadura.
El gobierno de EEUU por medio de la voz de su propio presidente, Joe Biden cree que las elecciones en Nicaragua han sido una “pantomima ni libre, ni justa, y ciertamente, no democrática”. Agrego que usará “todas las herramientas diplomáticas y económicas” para ampliar las sanciones a Nicaragua.
La Unión Europea (UE) por su parte señalo que la reelección de Daniel Ortega como presidente carece de “legitimidad” -al celebrarse los comicios “sin garantías democráticas”- y completa la conversión del país en un “régimen autocrático”.
El alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, pidió a Daniel Ortega liberar a todos los presos políticos y cesar las persecuciones judiciales en contra de ellos. Al igual que EEUU, la UE afirmó que está considerando “todos los instrumentos” a su “disposición para tomar medidas adicionales, incluidas aquellas que puedan ir más allá de las restricciones individuales”.
La Organización de Estados Americanos (OEA) había ya reprobado desde antes de la celebración de los comicios, el valor de las elecciones debido a varios hechos. Uno, el arresto de siete precandidatos a la presidencia de la oposición. Dos, la eliminación de tres partidos políticos opositores. Tres, la derogación de la observación electoral y Cuarto, el establecimiento de leyes que restringían la participación en el proceso.
España en forma particular se manifestó a través de su ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quién dijo que las elecciones realizadas “no se pueden llamar elecciones”, que las mismas “han sido una burla” y exigió la liberación de los opositores y periodistas detenidos. El régimen nicaragüense contesto en forma muy dura a las críticas españolas
Alemania también se manifestó amén de a declaración de la UE. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Andrea Sasse sostuvo que “Llamamos al gobierno en Nicaragua a regresar al proceso democrático y a poner en libertad de inmediato a los presos políticos”.
Aún el gobierno de izquierda de Perú afirmó que las elecciones en Nicaragua no fueron “libres, justas ni transparentes”. Un documento del ministerio de Relaciones Exteriores del Perú dice ““El Perú ha seguido con preocupación los acontecimientos previos a las elecciones presidenciales y parlamentarias que se desarrollaron el domingo 7 de noviembre en Nicaragua, las que no cumplen los criterios mínimos de elecciones libres, justas y transparentes que establece la Carta Democrática Interamericana, vulneran su credibilidad, la democracia y el Estado de derecho y merecen el rechazo de la comunidad internacional”.
Costa Rica, cuyo gobierno y expresidentes han sido de los más duros opositores al régimen de Daniel Ortega, anunció el domingo pasado que rechaza el proceso electoral nicaragüense por la “ausencia de condiciones y garantías” requeridas en una democracia.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, fue algo más moderado, pero aun así afirmó que “la postura de Ecuador, en términos generales, será siempre de respaldo a la democracia y a los principios de libertad. Ojalá que Nicaragua se encauce por ese camino”.
El gobierno de Uruguay a través de su Ministerio de Relaciones Exterior dijo que las elecciones en Nicaragua: “Carecen de legitimidad”. Y reiteró su llamado al gobierno de Nicaragua para que “libere de inmediato a presos políticos, asegurando el respeto a su libertad, integridad personal y derecho a participación política”.
Como era de esperar el régimen de Daniel Ortega recibió el apoyo de Cuba, Venezuela y Bolivia y de Rusia y China. “No vamos a intimidarnos con sus amenazas, con sus medidas unilaterales, con sus sanciones, con sus amenazas de desconocimiento de elecciones”, manifestó el canciller Denis Moncada de Nicaragua en relación con las declaraciones de la comunidad internacional y regional y principalmente a las críticas y amenazas de sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea (UE).