El exmandatario Carlos Mesa (2003-2005) encuentra en el
fútbol un refugio que le permite mantener la cordura y alejarse del complejo
mundo político. Según él, su incursión en la política le otorgó un doble
privilegio al pasar de la reflexión a la acción y servir como el primer
servidor público de Bolivia durante casi dos años.
A pesar de su activa participación política, Mesa acaba de presentar un libro sobre la historia del fútbol en el país. Para él, esta faceta representa una vía de escape y un “bálsamo” personal frente a las tensiones de la vida política.
“Al escribir sobre estadísticas y fútbol, puedo mantenerme alejado de los problemas políticos que a veces resultan estresantes. Esta actividad me permite despejar la mente y volver a la vida cotidiana y real”, confesó recientemente en Piedra, Papel y Tinta.
COMUNIDAD CIUDADANA
Como líder de la alianza Comunidad Ciudadana (CC), Mesa conversó con Claudia Benavente, directora de La Razón, para discutir los detalles de su nuevo libro, titulado “Always Ready, 90 años con la banda en el corazón”, escrito en colaboración con el fallecido historiador del fútbol Iván Aguilar. Aunque dedicó la mayor parte de la entrevista al fútbol, Mesa reconoció las exigencias rigurosas de la política que, en ocasiones, pueden aislarte.
Considera su faceta como historiador del fútbol y su pasión por el club Always Ready como una especie de bálsamo personal. Esta actividad le brinda “horas de descanso imprescindibles para no perder la cabeza”, resaltando la importancia de mantener la estabilidad emocional y la tranquilidad mental como requisitos fundamentales para tomar decisiones políticas de manera lúcida.
RENUNCIAS Y CRISIS POLÍTICA
Carlos Mesa ganó protagonismo en la política boliviana en 2002, cuando fue invitado por el entonces líder del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), Gonzalo Sánchez de Lozada, a ser su candidato a vicepresidente en las elecciones generales de ese año. Aunque obtuvieron el 22,4% de los votos y ganaron los comicios, no pudieron asumir el poder sin formar alianzas con otras fuerzas políticas.
Después de una grave crisis política en octubre de 2003, conocida como la “Guerra del Gas”, el gobierno colapsó, dejando un saldo de 69 fallecidos en El Alto y La Paz debido a la represión de las Fuerzas Armadas. Sánchez de Lozada renunció y Mesa asumió el poder el 17 de octubre de ese mismo año mediante sucesión constitucional.
Sin embargo, en otras circunstancias críticas, renunció el 9 de junio de 2005 y fue reemplazado por Eduardo Rodríguez Veltzé, entonces presidente de la Corte Suprema de Justicia.
NUEVAS OPORTUNIDADES
En 2019, Mesa se postuló como candidato de CC a la presidencia en una situación política complicada. Sin embargo, las elecciones fueron anuladas debido a presuntas irregularidades detectadas por la misión de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Durante la entrevista con La Razón, Benavente comentó que la política había privado al país de un destacado periodista, entrevistador y experto en fútbol. Mesa respondió: “La política me ha brindado un doble privilegio, un doble honor: la transición de la reflexión a la acción y el privilegio de ser el primer servidor público durante casi dos años”.
CRISIS POSELECTORAL
Aunque reconoce los sacrificios implicados, considera que el costo-beneficio ha valido la pena.
Mesa también fue portavoz de la causa marítima durante el gobierno de Evo Morales, con quien mantiene una enconada disputa acentuada durante la crisis poselectoral de 2019, cuando Morales dimitió y Jeanine Áñez se proclamó presidenta.
De luchar contra un “fraude monumental” a respaldar una “sucesión impecable”
Carlos Mesa desempeñó un papel fundamental en la crisis poselectoral de 2019 como candidato presidencial de Comunidad Ciudadana (CC), lo que llevó a la renuncia del entonces presidente Evo Morales.
Antes de las elecciones del 20 de octubre de ese año, Mesa ya había cuestionado la candidatura “inconstitucional” de Morales, quien se benefició de un fallo del Tribunal Constitucional que omitió el referéndum de 2016 en el que se rechazaba la repostulación del líder del Movimiento al Socialismo (MAS).
ELECCIONES, RECLAMOS Y NEGOCIACIONES
La noche de las elecciones, el sistema de resultados preliminares del Tribunal Supremo Electoral (TSE) fue suspendido repentinamente, lo que generó sospechas en Mesa, quien reclamó el derecho a una segunda vuelta, denunció un “fraude escandaloso” y “fraude monumental”, y convocó a vigilias en los tribunales.
Luis Fernando Camacho, entonces presidente del Comité pro Santa Cruz y actual gobernador, se unió a Mesa y llamó a un paro indefinido. La protesta derivó en un motín policial y en la sugerencia de las Fuerzas Armadas y la Policía Boliviana de que el presidente renunciara.
Morales dimitió el domingo 10 de noviembre de 2019 a las 16:52 en Chimoré y dos días después se refugió en México.
Después de negociaciones políticas en la Universidad Católica, que propuso a Jeanine Áñez como sucesora, la senadora de oposición se autoproclamó presidenta la noche del martes 12 de noviembre. Lo hizo en actos sin quórum ni los dos tercios del MAS en la Cámara de Senadores y la Asamblea Legislativa.
Mesa consideró que esta sucesión fue “impecable” y actualmente cuestiona los procesos judiciales en curso contra Áñez. En junio de 2022, un tribunal condenó a la expresidenta a 10 años de prisión en el caso “Golpe de Estado II”, por los delitos de incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes.
Fuentes: La Razón, Bolivia y redes sociales.