El movimiento 8M, también conocido como el Día Internacional de la Mujer, emerge como un estandarte global en la lucha por la igualdad, la justicia y los derechos fundamentales de las mujeres. Con una historia rica y compleja, este día simboliza las incansables batallas de las mujeres por la equidad y el reconocimiento frente a una sociedad predominantemente patriarcal. Además, el 8M subraya la imperiosa necesidad de emprender acciones específicas para superar los desafíos contemporáneos en derechos humanos, pobreza, financiamiento con enfoque de género, transición hacia una economía verde y el respaldo a las activistas de género.
A continuación, se presentan cuatro esferas fundamentales que demandan una acción conjunta para cerrar la brecha de desigualdad en Latinoamérica:
1.Inversión en Mujeres: Un Imperativo de Derechos Humanos
La igualdad de género se presenta como el desafío más grande en materia de derechos humanos de nuestra era. Avanzar hacia una sociedad equitativa implica una inversión indispensable en las mujeres, cuyo progreso repercute positivamente en el conjunto social. Esto incluye garantizar el acceso equitativo a la educación en todos sus niveles, impulsar las competencias STEM en mujeres y niñas, proporcionar acceso a una atención sanitaria integral, y desarrollar programas contra la violencia de género, entre otros:
2.Erradicación de la Pobreza
Desde el año 2020, los conflictos y la pandemia han sumido a 75 millones de personas adicionales en la pobreza, afectando desproporcionadamente a mujeres y niñas. Se estima que para 2030, 342 millones de mujeres y niñas podrían encontrarse en esta situación si no se implementan medidas urgentes.
3.Financiación Sensible al Género
La amenaza de conflictos y la inflación podrían llevar a una reducción del gasto público en un 75% de los países hacia 2025, impactando gravemente en las mujeres y su acceso a servicios esenciales. La implementación efectiva de este enfoque requiere de un análisis previo del presupuesto desde la perspectiva de género, la recolección de datos desagregados por género, el diseño de presupuestos con enfoque de género y una participación pública transparente que involucre a la sociedad civil.
4.Transición hacia una Economía Verde y Sociedad del Cuidado
El sistema económico actual repercute de manera desproporcionada en las mujeres. Es vital avanzar hacia una economía verde y una sociedad de cuidados que reconozca y valore el trabajo tradicionalmente realizado por mujeres, fomentando la igualdad de género.
Datos Alarmantes y la Urgencia de Actuar
Según ONU Mujeres, se necesitan 300 años para alcanzar la equidad de género al ritmo actual. Para 2030, se proyecta que 342 millones de mujeres vivirán en extrema pobreza. Se estima necesaria una inversión anual de 360.000 millones de dólares para cumplir con los objetivos de igualdad de género y empoderamiento femenino de la Agenda 2030.
La situación es especialmente crítica en América Latina, donde el 62% de las mujeres enfrenta pobreza multidimensional. La violencia contra las mujeres en América Latina y el Caribe sigue siendo una preocupación crítica, manifestándose en distintas formas, incluidos altos índices de feminicidios y violencia física o sexual.
Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de 2021, al menos 4.473 mujeres fueron víctimas de feminicidio en la región, con tasas particularmente elevadas en Honduras, República Dominicana, El Salvador, Bolivia y Brasil. Esta violencia extrema se reconoce como el resultado más letal de la discriminación y las desigualdades de género. Además, la CEPAL subraya que adolescentes y jóvenes son especialmente vulnerables, concentrando una proporción significativa de estos crímenes.
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Hacia un Futuro Igualitario
Invertir en mujeres no solo es un deber ético sino también un catalizador para el crecimiento económico y la construcción de sociedades inclusivas y prósperas. La erradicación de la pobreza y la disminución de las brechas económicas de género son cruciales para el bienestar global. Es imperativo que las políticas nacionales y la cooperación internacional se alineen para brindar apoyo a las mujeres en todas las esferas de la sociedad.
Así, el 8M no solo celebra los avances y la tenacidad de las mujeres a lo largo de la historia, sino que también hace un llamado a la acción urgente. Este día debe servir como recordatorio de que la ruta hacia la igualdad de género exige un compromiso global sostenido y acciones determinantes. La lucha por los derechos de las mujeres es una lucha por el futuro de la humanidad, y solo trabajando juntos podremos construir un mundo donde la igualdad de género sea una realidad experimentada por todos.
La Misión Presidencial Latinoamericana fomenta la participación política de las mujeres y abre espacios de participación en sus ámbitos de acción para que más mujeres se sumen a repensar el futuro de la región más allá de las ideologías.
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