Euclides Tapia Campos
Licenciado y Master en Relaciones Internacionales, Panamá.
El próximo 5 de mayo del año en curso, alrededor de tres millones de panameños están llamados a votar para decidir el futuro de un país jalonado por recientes serias protestas medioambientales, crisis hídrica en el canal, lucha contra la corrupción, migración ilegal por el Darién, en la frontera con Colombia, inhabilitación del candidato Ricardo Martinelli tras recibir una condena de 10 años por lavado de dinero, e incertidumbre sobre la candidatura de José Raúl Mulino, quien reemplaza a Ricardo Martinelli y a quien se le cuestiona por correr sin candidato a Vicepresidente, tal como lo estipula la constitución panameña.
En la elección en ciernes, en un país de tan exigua población, participan la exagerada cifra de ocho candidatos presidenciales, a la sazón el propio José Raúl Mulino, abanderado de la coalición de partidos Realizando Metas y Alianza, Martin Torrijos por el Partido Popular (PP), Ricardo Lombana por el partido Movimiento Otro Camino, Rómulo Roux, por la alianza de partidos: Cambio Democrático y el Partido Panameñista, José Gabriel Carrizo quien dirige la alianza entre el Partido Revolucionario Democrático y Movimiento Liberal Republicano Nacionalista y los candidatos con libre postulación: Zulay Rodríguez, Melitón
Del evento electoral del 5 de mayo próximo saldrán electos, un presidente y su respectivo Vicepresidente, 71 diputados, 81 alcaldes, 701 representantes de corregimiento, 20 diputados para el Parlamento Centroamericano, escogidos de forma indirecta y 11 concejales. Los cargos en cuestión se definen por mayoría simple, sin segunda vuelta, lo cual significa que es muy probable que el próximo presidente de Panamá, si acaso represente el 30% del electorado panameño.
A pesar de la euforia electoral reinante, lo cierto es que el nuevo presidente de Panamá , tendrá un celebración efímera del triunfo, ya que lo esperan colosales retos que tendrá que enfrentar entre los que figuran: resolver los problemas de la Caja de Seguro Social, abordar la escasez de agua en el canal y la drástica reducción de los ingresos por su funcionamiento, enfrentar problemas de seguridad, crecientes problemáticas fiscales ante el aumento de las tasas de interés, reducción de los ingresos públicos, rigidez fiscal, necesidad de acceso a educación de alta calidad, reforma constitucional, corrupción generalizada, problemas fronterizos ligados a la migración irregular y millonarias demandas por el cierre de la mina, entre otros.
Las opiniones aquí expresadas pertenecen exclusivamente al autor y no reflejan necesariamente la postura de la Misión Presidencial Latinoamericana.