Samuel Sena
Presidente de la Junta Directiva del Consejo de Desarrollo Económico y Social de Santo Domingo (CODESSD)
Las elecciones congresuales y presidenciales dominicanas de 2024 están marcadas por una serie de acontecimientos que inciden en el panorama político del país. La reelección del presidente Abinader, la abstención histórica en las elecciones municipales, la decisión del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y la Fuerza del Pueblo (FP) de ir separados en las elecciones presidenciales y adoptar un esquema de alianzas en las Municipales y congresuales, añade un elemento adicional a este proceso electoral.
Desde que asumió el cargo en 2020, el presidente Abinader ha enfrentado desafíos significativos, pero también ha impulsado reformas importantes en áreas como la economía, la seguridad y la transparencia. Su candidatura para un segundo mandato busca continuar con estas políticas y consolidar los avances logrados durante su primer período.
Sin embargo, la abstención histórica en las elecciones municipales, plantea interrogantes sobre la participación ciudadana en el proceso electoral. A pesar de los esfuerzos por promover la democracia participativa, muchos optaron por no votar en esas elecciones. Este fenómeno destaca la necesidad de fortalecer la confianza de los ciudadanos en las instituciones democráticas y en el sistema electoral.
El hecho de que el PRM (partido de gobierno), ganará la mayoría de las alcaldías; podría ser un indicador de respaldo al Presidente Abinader, a sus políticas y programas. Esto puede interpretarse como un voto de confianza hacia la gestión del gobierno central y como un reconocimiento a los esfuerzos realizados para mejorar las condiciones de vida de la población.
Por otro lado, los principales partidos de oposición no han logrado concitar mayorías evidentes de cara al proceso electoral para el próximo 19 de mayo, lo que refleja la diversidad de opiniones y estrategias dentro del espectro político dominicano. Para los partidos PLD y FP, el no ir unificados a las elecciones podría tener un impacto significativo en los resultados electorales y en la configuración del próximo gobierno y Congreso Nacional, donde el partido de gobierno tiene el camino trillado.
En conclusión, las elecciones congresuales y presidenciales dominicanas de 2024 se llevan a cabo en un contexto político y social complejo, en el que los elementos mencionados influyen en la dinámica electoral y en las expectativas de los ciudadanos, quienes buscan líderes comprometidos con el desarrollo y el bienestar del país.
Las opiniones aquí expresadas pertenecen exclusivamente al autor y no reflejan necesariamente la postura de la Misión Presidencial Latinoamericana.