El gobierno del presidente Gustavo Petro ha dado un paso crucial hacia la consolidación democrática en Colombia al proponer diálogos con los expresidentes del país, con el objetivo de alcanzar un acuerdo nacional sobre la propuesta de una Asamblea Nacional Constituyente. Esta estrategia, anunciada por el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, busca unir diversas corrientes políticas, incluyendo a figuras que han sido abiertamente críticas con la administración actual.
Le interesará leer sobre el trabajo de la Misión Presidencial: Una década construyendo una región de oportunidades, más allá de las ideologías
Cristo, designado por Petro para liderar estos acercamientos, confirmó que se buscarán conversaciones con Álvaro Uribe, Iván Duque, Andrés Pastrana, César Gaviria, Juan Manuel Santos y Ernesto Samper. Esta lista incluye tanto a exmandatarios críticos como a aquellos más receptivos al diálogo, en un intento por crear un espacio de consenso y cooperación.
“Vamos a hablar con todos los sectores, vamos a escucharnos”, declaró Cristo, subrayando la importancia de superar las diferencias políticas. “Hay muchas diferencias, hay profundas diferencias, pero no podemos aceptar que en Colombia se vuelva imposible llegar a un acuerdo sobre algo. Eso le hace un daño inmenso a la sociedad y frena las posibilidades de desarrollo de Colombia”.
El ministro reconoció que existen desafíos en este proceso, especialmente con algunos exmandatarios con quienes ha tenido confrontaciones políticas en el pasado. Refiriéndose específicamente a César Gaviria, Cristo afirmó: “Con el expresidente Gaviria hace tiempo no hablo, pero en la búsqueda de este acuerdo nacional, una vez me posesione, voy a buscar al expresidente Gaviria para tener una conversación sobre los temas de la agenda de reformas institucionales y de la posibilidad de construir un acuerdo para convocar una constituyente”.
Esta convocatoria al diálogo no solo es un esfuerzo por alcanzar un consenso en un momento crítico para Colombia, sino también una oportunidad para aprender de la vasta experiencia de los expresidentes. La experiencia y el conocimiento de estos líderes pueden ofrecer perspectivas valiosas y soluciones prácticas que contribuyan al crecimiento y fortalecimiento de los gobiernos latinoamericanos.
El compromiso de Petro y su equipo por incluir a todas las voces en este proceso refleja una visión unificadora y esperanzadora para el futuro de Colombia. La historia ha demostrado que las sociedades que logran superar sus diferencias y trabajar juntas en pro del bien común, son aquellas que alcanzan un desarrollo más sólido y sostenible. Así, la apertura al diálogo con los expresidentes no solo es un gesto de reconciliación política, sino una estrategia esencial para el avance democrático y el crecimiento de toda la región.
