La Corporación Latinobarómetro, con sede en Santiago de Chile, realiza un estudio de opinión pública que aplica anualmente alrededor de 20.000 entrevistas en 18 países de América Latina representando a más de 600 millones de habitantes.
En la introducción de su estudio 2021 – que puede leerse por entero siguiendo el link que luce al final – dice:
“Una ola recorre América Latina consecuencia del egoísmo de las elites, es la ola de la escasez de mayorías. En este último ciclo electoral los nuevos presidentes enfrentan creciente atomización de los parlamentos, aumento de movimientos y partidos nuevos, así como el fin de los viejos.
La gobernabilidad se aleja, augurando tiempos complejos
para la región. Es que los latinoamericanos ya no toleran los gobiernos que defienden los intereses de unos pocos, la concentración de la riqueza, la escasez de justicia, la debilidad de las garantías civiles y políticas, así como la tardanza en la construcción de garantías sociales.
El abuso de poder, los privilegios, la restricción de la pluralidad están en el corazón de la demanda de igualdad ante la ley, de respeto, de dignidad.
La crítica de los ciudadanos a la democracia es una demanda de democracia. Ningún pueblo de la región está contento con la manera cómo funciona la democracia en su país. A más de 30 años de las transiciones, las democracias se han consolidado en grados crecientes de imperfección con Estados anquilosados.
La pandemia ha desnudado el poder dejándolo sin máscara para esconderse. Los ciudadanos han salido de Macondo para incorporarse al mundo globalizado que el virus puso en las pantallas de sus smartphones. Una combinación explosiva para la gobernabilidad, demandas de desarrollo globalizadas, oferta política macondiana.
Las nuevas elites que hacen la transición cometen el error de las viejas a las que reemplazaron, se quedan con más poder y más tiempo que el deseado a su bienvenida.
Las ideologías se corrompieron con el poder dejando a la izquierda y la derecha desarmadas con baja legitimidad.
América Latina no puede seguir tardando décadas en desmantelar las desigualdades y la discriminación, los presidentes ya tienen la mitad de aprobación que tenían hace una década, los populismos y las autocracias sustituirán las decadentes democracias si las elites no mejoran su oferta. Es más fácil vender ilusiones que una mala política.
Los monstruos aparecen cuando hay cambio de época, porque no estamos solamente cambiando estatuas de Colón por un indígena, estamos ante una demanda de libertad que romperá todo lo que tiene que romper para llegar a puerto. El puerto se llama democracia plena y el camino son las calles llenas de ciudadanos protestando”. En síntesis, señala, al igual que otros análisis, estudios y opiniones de expertos de distintas áreas. que la región ya viviendo una coyuntura políticamente difícil, cuando no grave, y las opciones populistas y autoritarias pueden ser atractivas frente a la decadencia de las élites dirigentes de los distintos países.